Hola:
Es cada vez más habitual que las compañías digan a sus clientes que en un traslado, o en un cambio de la tecnología de cobre a fibra (por ejemplo), no se puede conservar el número.
Dicha afirmación no es verdad.
Es verdad que si el usuario se traslada a otra provincia, otra localidad o a otro lugar en una ciudad grande, por lógica, si usa la tecnología de cobre, el número debe cambiar, pues cambia (entre otras cosas) el prefijo telefónico provincial, debido a la configuración que las centrales de cobre tienen implantada está basada en la ordenación de los aparatos mediante conexiones físicas, lo cual las hace poco flexibles a los cambios.
Sin embargo, con las nuevas tecnologías usadas en las modernas centrales telefónicas, basadas en tecnología IP, asociada a la MAC, o número de serie de un aparato físico, la configuración es más flexible, pues el número va asociado al número de terminal telefónico físico VoIP o de un convertidor de señal IP en señal eléctrica analógica de telefonía (mediante un ONT de fibra o un cable-modem de tecnología de cable coaxial).
Esta segunda configuración, permite que el aparato cambie de ubicación, sin cambiar de número telefónico (puesto que el número se asigna al aparato, independientemente de su ubicación) o el cambio de un número telefónico, sin cambiar de posición geográfica (por el mismo motivo citado anteriormente), con una facilidad asombrosa, pues es tan sencillo como introducir una orden en un ordenador, o en el aparato telefónico citado.
Dado lo escrito anteriormente, parece más bien que todas las pegas puestas por las compañías para la conservación de la numeración telefónica en un traslado, sobre la tecnología de fibra, son meras pegas administrativas para dar nuevas altas y generar unas mejores comisiones a los agentes comerciales, y suelen carecer de fundamento.
Por eso, cuando una empresa, que vive básicamente de la estabilidad en sus vías de comunicación con sus clientes, especialmente de mantener un número telefónico ya conocido por sus clientes, y que suele estar impreso y difundido en todas sus anuncios publicitarios, pierde su número telefónico “de toda la vida”, se enfrenta a una hecatombe mortal que le puede llevar a, incluso, la desaparición.
Debe pensarse, por ejemplo, en un restaurante cuyos clientes conocen, y sus folletos anunciadores publicitan, un número para realizar reservas de comidas o cenas, o una ferretería cuyos clientes realizan pedidos telefónicamente y que son servidos por los mensajeros de dicho comercio.
Si por un traslado (o al realizar una portabilidad, que es relativamente habitual) perdieran su número telefónico “de toda la vida”, gran parte de su negocio se perdería. Aún no perdiéndose, los costes de transmisión de un nuevo número telefónico generaría unos altísimos costes en material publicitario y en avisar a los clientes de dicha circunstancia, lo cual repercutiría en el negocio.
Por ello es importante, en estos caso, conservar el número telefónico y la continuidad en el uso del mismo, pues una falta de servicio durante un cierto tiempo en la atención telefónica podría generar unos efectos similares a los descritos para la pérdida del mismo.
Para ello, conviene recalcar que, ante un traslado de sede, cualquier negocio o compañía debería asegurar el servicio ininterrumpido de su atención telefónica, siendo conveniente actuar del modo que se describe en los siguientes párrafos
Nombrando como “A” la sede de antigua de la compañía y como “N” la nueva, la “mudanza telefónica” debería llevarse, a grandes rasgos, de una de las siguientes formas.
1.- Si se dispone conjuntamente de las 2 sedes (A y N) durante un cierto tiempo, la operación sería sencilla, pues al tener una conexión de internet en cada una de las sedes, la operación se realizaría de la siguiente forma
a).- Se contratarían los servicios de internet en la nueva sede (N), manteniendo los servicios de internet de la antigua (A).
En el caso de que la compañía ofreciera un número telefónico nuevo, eso no sería obstáculo para que se mantuviera el número telefónico que interesa conservar, pudiendo resultar en una ventaja el disponer de un segundo número telefónico.
b).- Se pediría la portabilidad del número de la compañía con la que se tengan los servicios de voz (y por tanto el número) a una compañía que preste los servicios de voz sobre IP (VoIP), de tal manera que, de ese modo, la compañía de VoIP conservará y prestará el servicio de telefonía por voz, pudiéndose tener a disposición del cliente un servicio de voz en cualquier dispositivo que disponga de una conexión de internet, incluso un teléfono móvil, con el número geográfico asignado en la antigua sede
c).- Se darían de baja todos los servicios en la antigua sede (A), al no resultar necesario el mantenerlos una vez conservado con éxito el número telefónico.
2.- Si no se puede disponer de las 2 sedes conjuntamente, sino que la antigua debe abandonarse antes de tener la nueva, simultáneamente al conseguir ésta o surgen problemas a la hora de la instalación del acceso a internet en la nueva sede, el procedimiento a seguir varía, pues urge mantener el número, a fin de no perderlo, aun asumiendo ciertos costes extraordinarios en el proceso.
a).- Antes de nada, en este caso, la prioridad es mantener el número, y dado que el traslado no permite la disposición conjunta de las 2 sedes, más bien la disponibilidad simultánea de 2 conexiones a internet en la telefonía fija, el primer paso sería pedir la portabilidad del número a la compañía de VoIP, pues eso permitiría, como medida de emergencia, la disponibilidad del número fijo a conservar a través de la conexión de internet de cualquier Smartphone.
b).- Petición de alta de los servicios de internet en la nueva sede (N), en cuanto se pueda realizar este paso, para poder agilizar la instalación al máximo posible
c).- Por último, petición de baja de los servicios de internet de la antigua sede (A).
Siguiendo los procesos anteriormente reseñados, el peligro de perder el número telefónico, especialmente si se trata de un negocio, es nulo, pudiendo llevarse la empresa el número incluso a otra provincia, al móvil, o al extranjero, pues el número no depende de otra cosa que no sea el número asociado al dispositivo registrado en los ordenadores de la compañía de telefonía VoIP.
Saludos cordiales.
Es cada vez más habitual que las compañías digan a sus clientes que en un traslado, o en un cambio de la tecnología de cobre a fibra (por ejemplo), no se puede conservar el número.
Dicha afirmación no es verdad.
Es verdad que si el usuario se traslada a otra provincia, otra localidad o a otro lugar en una ciudad grande, por lógica, si usa la tecnología de cobre, el número debe cambiar, pues cambia (entre otras cosas) el prefijo telefónico provincial, debido a la configuración que las centrales de cobre tienen implantada está basada en la ordenación de los aparatos mediante conexiones físicas, lo cual las hace poco flexibles a los cambios.
Sin embargo, con las nuevas tecnologías usadas en las modernas centrales telefónicas, basadas en tecnología IP, asociada a la MAC, o número de serie de un aparato físico, la configuración es más flexible, pues el número va asociado al número de terminal telefónico físico VoIP o de un convertidor de señal IP en señal eléctrica analógica de telefonía (mediante un ONT de fibra o un cable-modem de tecnología de cable coaxial).
Esta segunda configuración, permite que el aparato cambie de ubicación, sin cambiar de número telefónico (puesto que el número se asigna al aparato, independientemente de su ubicación) o el cambio de un número telefónico, sin cambiar de posición geográfica (por el mismo motivo citado anteriormente), con una facilidad asombrosa, pues es tan sencillo como introducir una orden en un ordenador, o en el aparato telefónico citado.
Dado lo escrito anteriormente, parece más bien que todas las pegas puestas por las compañías para la conservación de la numeración telefónica en un traslado, sobre la tecnología de fibra, son meras pegas administrativas para dar nuevas altas y generar unas mejores comisiones a los agentes comerciales, y suelen carecer de fundamento.
Por eso, cuando una empresa, que vive básicamente de la estabilidad en sus vías de comunicación con sus clientes, especialmente de mantener un número telefónico ya conocido por sus clientes, y que suele estar impreso y difundido en todas sus anuncios publicitarios, pierde su número telefónico “de toda la vida”, se enfrenta a una hecatombe mortal que le puede llevar a, incluso, la desaparición.
Debe pensarse, por ejemplo, en un restaurante cuyos clientes conocen, y sus folletos anunciadores publicitan, un número para realizar reservas de comidas o cenas, o una ferretería cuyos clientes realizan pedidos telefónicamente y que son servidos por los mensajeros de dicho comercio.
Si por un traslado (o al realizar una portabilidad, que es relativamente habitual) perdieran su número telefónico “de toda la vida”, gran parte de su negocio se perdería. Aún no perdiéndose, los costes de transmisión de un nuevo número telefónico generaría unos altísimos costes en material publicitario y en avisar a los clientes de dicha circunstancia, lo cual repercutiría en el negocio.
Por ello es importante, en estos caso, conservar el número telefónico y la continuidad en el uso del mismo, pues una falta de servicio durante un cierto tiempo en la atención telefónica podría generar unos efectos similares a los descritos para la pérdida del mismo.
Para ello, conviene recalcar que, ante un traslado de sede, cualquier negocio o compañía debería asegurar el servicio ininterrumpido de su atención telefónica, siendo conveniente actuar del modo que se describe en los siguientes párrafos
Nombrando como “A” la sede de antigua de la compañía y como “N” la nueva, la “mudanza telefónica” debería llevarse, a grandes rasgos, de una de las siguientes formas.
1.- Si se dispone conjuntamente de las 2 sedes (A y N) durante un cierto tiempo, la operación sería sencilla, pues al tener una conexión de internet en cada una de las sedes, la operación se realizaría de la siguiente forma
a).- Se contratarían los servicios de internet en la nueva sede (N), manteniendo los servicios de internet de la antigua (A).
En el caso de que la compañía ofreciera un número telefónico nuevo, eso no sería obstáculo para que se mantuviera el número telefónico que interesa conservar, pudiendo resultar en una ventaja el disponer de un segundo número telefónico.
b).- Se pediría la portabilidad del número de la compañía con la que se tengan los servicios de voz (y por tanto el número) a una compañía que preste los servicios de voz sobre IP (VoIP), de tal manera que, de ese modo, la compañía de VoIP conservará y prestará el servicio de telefonía por voz, pudiéndose tener a disposición del cliente un servicio de voz en cualquier dispositivo que disponga de una conexión de internet, incluso un teléfono móvil, con el número geográfico asignado en la antigua sede
c).- Se darían de baja todos los servicios en la antigua sede (A), al no resultar necesario el mantenerlos una vez conservado con éxito el número telefónico.
2.- Si no se puede disponer de las 2 sedes conjuntamente, sino que la antigua debe abandonarse antes de tener la nueva, simultáneamente al conseguir ésta o surgen problemas a la hora de la instalación del acceso a internet en la nueva sede, el procedimiento a seguir varía, pues urge mantener el número, a fin de no perderlo, aun asumiendo ciertos costes extraordinarios en el proceso.
a).- Antes de nada, en este caso, la prioridad es mantener el número, y dado que el traslado no permite la disposición conjunta de las 2 sedes, más bien la disponibilidad simultánea de 2 conexiones a internet en la telefonía fija, el primer paso sería pedir la portabilidad del número a la compañía de VoIP, pues eso permitiría, como medida de emergencia, la disponibilidad del número fijo a conservar a través de la conexión de internet de cualquier Smartphone.
b).- Petición de alta de los servicios de internet en la nueva sede (N), en cuanto se pueda realizar este paso, para poder agilizar la instalación al máximo posible
c).- Por último, petición de baja de los servicios de internet de la antigua sede (A).
Siguiendo los procesos anteriormente reseñados, el peligro de perder el número telefónico, especialmente si se trata de un negocio, es nulo, pudiendo llevarse la empresa el número incluso a otra provincia, al móvil, o al extranjero, pues el número no depende de otra cosa que no sea el número asociado al dispositivo registrado en los ordenadores de la compañía de telefonía VoIP.
Saludos cordiales.